Cuenta la leyenda que un mouro llegó a tierras gallegas acompañado de su hija. Estos seres, constructores de los antiguos castros y petroglifos, vivían bajo tierra, en rocas de apariencia artificial, extrayendo oro, material con el que construían todos sus artilugios. Se trataba de un pueblo de gran riqueza, sin embargo su relación con los campesinos gallegos era áspera y accidentada. Los mouros recurrían a ellos para realizar trabajos, bien pagados con este mineral tan preciado, pero con la condición de no revelar jamás la procedencia de esos pagos. De lo contrario, las historias cuentan que ese oro tan brillante y valioso se tornaría en el más negro carbón y la vida del campesino tendría los días contados.
La joven moura recién llegada a las tierras de Domaio cayó enamorada de un joven campesino, y comenzaron una relación secreta ante la previsible desaprobación de sus padres. Solían perderse entre los montes, siguiendo el curso y sonido del agua, conducidos hasta la poza del río Muíños. Sin embargo, un terrible día el padre de la joven supo de esta relación y, como castigo y fruto de su ira, asesinó al amante de su hija. Ella, que no soportó la pérdida de su amado, volvió a la poza donde habían compartido su amor y allí se hundió para siempre.
La Poza da Moura, escenario de esta trágica historia, perdura intacta en los montes de Domaio. Sus aguas, que fueron testigo del amor y la muerte, según la mitología, suponen hoy todo un reclamo para quienes quieren pasar un día entre la naturaleza, alejados de la ciudad y con posibilidad de incluso darse un chapuzón. El lugar se encuentra en un entorno de vegetación, con molinos restaurados que adornan el paisaje y acompañan el correr del agua. Llama la atención una pequeña escalinata de madera que dirige a las orillas de la poza y que cruza el cauce del río.
Su agua fría y trasparente se deja caer en una pequeña cascada ideal para un masaje natural y esconde ranas y renacuajos. Las grandes y talladas rocas que la rodean son perfectas para un picnic en familia. De fondo, una panorámica espectacular de la ría de Vigo, con el puente de Rande como rey supremo de las vistas. Pero además, esta poza se encuentra muy próxima a otros puntos de interés, como el mirador de Chan de Arquiña, único por sus vistas de hasta tres rías (Vigo, Pontevedra y Arousa en los días despejados).
La Poza da Moura se encuentra se encuentra en Domaio, Pontevedra, y el camino para acceder a ella no tiene pérdida. El primer paso es coger la autopista dirección Cangas y seguidamente incorporarse al corredor del Morrazo hasta el desvío a Domaio. Tras coger este desvío, el primer cruce a la derecha dirige a una urbanización que se esconde tras el enorme campo de golf y que es el sitio perfecto para aparcar y seguir el camino andando. Al final de la zona residencial se encuentra el sendero que finalmente lleva a la poza.
La prestigiosa publicación National Geographic destacan la belleza de varios municipios que se encuentran a 90 minutos de Vigo
¿Eres un apasionado de la Navidad? Estas son las grandes novedades que presenta esta ciudad del norte de Portugal durante las fiestas
Un idílico restaurante especializado en carnes que ha logrado conquistar incluso a algún que otro famoso. Descubre antiguo molino de Ourense
Monçao es una de las localidades que ya trabaja para ofrecer la mejor Navidad posible. ¡Esta es la fecha en la que se iluminará!
Trátase de facilitar contactos para practicar habilidades lingüísticas mediante conversas informais. Participaron 120 persoas
No Events
Puedes encontrarnos en nuestras redes sociales o, si lo prefieres, ponerte en contacto con nosotros a través de [email protected]
Saber todo lo que ocurre en Vigo y su área metropolitana es ahora más sencillo, rápido y directo gracias al nuevo servicio de alertas de WhatsApp de Metropolitano.gal
© Hansei Media SL