Abre en A Laxe el bufet asiático Umi Sushi, con un menú "infinito" de precio cerrado y vistas al mar

La cultura asiática y la gallega se vuelven a dar la mano desde este lunes en Vigo. El centro comercial A Laxe cuenta ya con una nueva propuesta gastronómica centrada en la comida japonesa de la mano de Umi Sushi, que abrió un nuevo local en el centro comercial, que se suma al de Samil.

Este nuevo restaurante funciona como un bufet de comida japonesa y cuenta con un menú, llamado “Infinity”, en el que se encuentran cientos de platos incluidos en el precio. El sistema funciona a través de un código QR que hay en cada mesa. Cada comensal pide un máximo de cinco platos por cada ronda. La mayoría están incluidos, aunque algunos cuentan con suplemento de 1€. El precio varía entre los 16,90€y los 22,90€ en función del día de la semana y hora (más barato de lunes a viernes al mediodía).

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La extensa carta cuenta con ensaladas (de edamame, wakame, sake o sunomo, entre otras), sopas (agripicante y miso), dim sum (xiaolong bao, saumai o gyozas), guapao (ebi bao, tori bao), fritos (takoyakis, harumaki tori, rollitos de primavera, bolas de sésamo o muslos de cangrejo, entre otros), diferentes variedades de arroz, fideos (yakiudon con verduras, ramen o fideos con gambas, entre otros), propuestas a la plancha (gambones, o cigalas, entre otras), carnes (tori teriyaki, kaarage de cerdo agridulce, pollo picante, o ternera salteada con bambú y setas, entre otras), pato asado, sake, baos, ramen, rollo ebi, tartar, sushi gunkan, makis, nigiris, hosofritos, uramakis, y así hasta una lista casi infinita.

Eso sí, no está incluida la bebida (agua fría 2,60€, Estrella 3,50€, cerveza japonesa 3,60€, refresco 3,20€) ni los postres (entre los 3,95€ y los 9,95€). Para evitar el desperdicio, a pesar de ser bufet se cobra una penalización de 2 euros por cada plato pedido que no se consuma.

El local cuenta con una decoración de temática marinera, con barcos bautizados como las tres embarcaciones con las que Cristóbal Colón descubrió América, además de contar con referencias a Cíes o San Simón. Buena parte de las mesas cuentan con vistas al paseo marítimo y al mar. Tampoco faltará en este restaurante de 650 metros cuadrados y 80 metros de terraza interior con vistas su particular robot camarero, "Miau", que te lleva los platos que pidas a la mesa y que incluso canta el "Cumpleaños feliz".

El acto inaugural contó con sus propietarios, Cristina y Samuel, la concejala de Comercio, Ana Laura Iglesias, y la gerente del centro, Olga Gonzalvez, entre otros responsables de Optima Global Services.