Así es Son un Toxo, la marca gallega que rinde tributo a la retranca entre Nigrán y Muxía

La retranca en Galicia es una de las manifestaciones más populares del humor gallego. Precisamente este rasgo de la cultura gallega es el que inspira cada diseño de "Son un Toxo pero hai que quererme", una de las marcas "retranqueiras" más conocidas actualmente, y que está de celebración por su primer aniversario. Durante este primer año, la acogida ha sido "moi boa", cuenta la responsable del proyecto Rebeca Domínguez, a la vez que añade que "a xente é moi activa coa marca, vemos a xente pola calle coa nosa roupa posta e os estancos fan cada vez máis pedidos".

Son un Toxo es el resultado de lo que era un afición para Rebeca Domínguez, natural de Muxía y apasionada del dibujo desde que era pequeña. Así, tras estudiar Comunicación Audiovisual y entrar en contacto con el diseño gráfico, Domínguez empezó a realizar retratos digitales para amigos y diseños digitales que subía a una cuenta de Instagram. A partir de este momento, al ver la gran acogida por parte de la gente, trabajó con plataformas que gestionaban sus diseños en camisetas y diferentes artículos como mecheros.

Másnoticias

Nigrán conmemorará el 25-N con varias actividades, desde una obra de teatro a un espectáculo de magia

23/11/2025

El brunch más viral de Vigo abrirá un nuevo local y busca decenas de empleados

22/11/2025

Así, el buen funcionamiento de estos diseños impulsó a Rebeca y a la agencia de marketing Clickage, de Nigrán, donde trabaja actualmente, a apostar por crear una marca que está cumpliendo actualmente un año. Desde el lanzamiento de la marca de forma oficial, no han parado de vender productos con retranca galega, como mecheros, tazas o camisetas. Su fundadora, Rebeca Domínguez natural de Muxía, cuenta como han ido evolucionando sus diseños con la creación de nuevas colecciones y productos. "Hai que seguir traballando pola cultura e pola lingua que nos identifica, facendo cousas para nós".

La marca empezó su andadura con diseños en camisetas, mecheros y tazas, pasando a elaborar, actualmente, gorras, sudaderas, botellas, bolsas de tela e incluso fundas para teléfonos móviles. Lo que comenzó como un hobby para Rebeca Domínguez se ha convertido en un auténtico negocio cuyos productos están disponibles en puntos de venta físicos como varios estancos en Cee, Vimianzo, Fisterra y Bertamiráns.