Dicen que mientras hay vida, hay esperanza. Vigo quiere apurar sus opciones de ser sede del Mundial de Fútbol 2030 que organizarán de forma conjunta España, Portugal y Marruecos. El anhelo de la ciudad olívica es acoger de nuevo partidos del torneo más importante del deporte rey, tal y como ya sucedió en 1982 cuando Balaídos se convirtió en uno de los estadios que pudo ver en primera persona los duelos de selecciones como Italia, Polonia, Camerún o Perú. De hecho, el combinado italiano, comandado por el mítico Paolo Rossi, acabó coronándose como campeón del fútbol mundial tras su paso inicial por la urbe gallega.
Más de cuatro décadas después de toda aquella experiencia futbolística que supuso el Mundial de 1982, también conocido como el "Mundial de Naranjito", en las viguesas y vigueses de más edad, el objetivo ahora es que Vigo vuelva a ser una de las ciudades del país que albergue enfrentamientos de la competición de selecciones más importante del planeta. De momento, hay que admitir que las posibilidades son escasas. Balaídos no forma parte de las once sedes elegidas por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y ratificadas por la FIFA, lo que ha provocado el enfado de Abel Caballero con el presidente de la RFEF, Rafael Louzán, que ha argumentado que la exclusión de Vigo se debe a un "problema de tamaño" en alusión al aforo con el que cuenta el estadio municipal vigués.
De todas formas, el proyecto presentado por Vigo para ser una de las sedes que acoja el Mundial de Fútbol 2030 no apostaba por un Balaídos al que solo le quedara por reformar la grada de Gol -cuyos trabajos, por cierto, arrancaron ya a finales enero-, sino que la propuesta de la urbe gallega abogada por establecer una nueva actuación en el estadio municipal, estableciendo una serie de acciones determinantes que permitieran elevar el aforo total del coliseo del celtismo "hasta los 43.000 asientos netos", tal y como recordó Abel Caballero esta semana en un audio remitido a los medios de comunicación -el requisito de la FIFA establecía en un principio 40.000 butacas y ahora lo ha ampliado a 45.000-.
El proyecto de esa nueva reforma de Balaídos se presentó en 2022. Entre las principales acciones que propone el Concello de Vigo se encuentra la ampliación de la grada de Tribuna con un segundo nivel de graderío -tal y como se ha realizado en Marcador y que se hará ahora en la nueva bancada de Gol- que elevaría la ocupación en esta zona del estadio municipal de los 6.670 asientos actuales a los 9.350. Hay que recordar que la ocupación en Marcador y Gol va a ser de 6.420 mientras que en Río alcanzará los 9.350, lo que supondría un aforo total en el coliseo vigués de 31.450.
La pregunta que surge es clara. ¿Cómo romper la barrera de los 40.000 espectadores en Balaídos? El Concello de Vigo presentó en su proyecto para ser sede del Mundial de 2030 la instalación de asientos desmontables en cada una de las gradas del estadio, que supondría el montaje de nuevas zonas de butacas en Tribuna (6.010), Río (2.900), Gol (725) y Marcador (725), Con estos asientos desmontables, el aforo total en el campo de fútbol vigués sería de 41.900. Actualmente, habría que ver si desde el gobierno municipal pueden ampliar esta cifra hasta los 45.000 asientos ubicando más asientos desmontables. Hay que recordar que las exigencias de aforo de la FIFA han sido todo un fracaso en el Mundial de Qatar, donde muchos de los encuentros se quedaron muy lejos del lleno, aportando una pobre imagen de las gradas medio vacías.
La polémica surgida por la exclusión de Vigo como sede del Mundial 2030 hace que todo el foco se centre en esa ampliación de aforo, pero una de las actuaciones estrella que estaban preparadas para Balaídos en caso de ser elegida era la instalación de una cubierta retráctil, muy similar a la implantada en el Santiago Bernabéu. El propio Abel Caballero, en una entrevista concedida a Metropolitano.gal a finales de 2022, confirmaba que la intención del Concello era llevar adelante esta reforma en el estadio municipal en el caso de no acoger partidos de la cita mundialista.
El proyecto presentado por Vigo para ser sede del Mundial 2030 también ofrecía un estadio de Balaídos en el que se establecería una mejora de los vestuarios y de los palcos VIP. Pero, sin duda, otra de las actuaciones estrella de esta propuesta era la construcción bajo la grada de Tribuna de un acceso interior al coliseo vigués para los equipos de fútbol, es decir, un túnel bajo la renovada grada de Tribuna donde también se prevé una zona de aparcamiento para vehículos.
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