Ciudadanos Vigo propone vender Balaídos y destinar ese dinero a reformar Samil

Ciudadanos Vigo sale a la palestra para manifestar su postura sobre qué hacer con Balaídos. Su coordinador en la ciudad olívica, Gregorio García, ha propuesto al gobierno de Abel Caballero que venga al Celta el estadio municipal y destinar el dinero que obtenga de la operación para reformar el litoral de Samil y su entorno.

La formación naranja considera que es innecesario continuar con unas obras que han resultado "inútiles para los aficionados e insatisfactorias para el club celeste". Gregorio García ha recordado que "al no estar considerado un bien público esencial, el estadio se puede desafectar y proceder a su venta". Gregorio García ha subrayado que el estadio de Balaídos nació como un bien privado y que fue adquirido por el Concello de Vigo en el año 1946 para ayudar económicamente al club.

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Gregorio García pone como ejemplo otros casos similares sucedidos recientemente en nuestro país, como es el caso del Wanda Metropolitano del Atlético de Madrid, donde a través de un convenio patrimonial el club se ha hecho propietario del estadio una vez finalizó el proyecto de remodelación. "El precio de venta tendría que ser fijado en base a informes técnicos elaborado por expertos urbanísticos del Concello, Intervención y tres tasadoras independientes, considerando entre otros factores el coste de reposición, obras realizadas, especificidad de la instalación o situación del mercado", comenta García. El coordinador de Ciudadanos Vigo asegura que el Celta tendría que aportar una memoria económica que dé soporte a la reposición de las instalaciones deportivas y parque de bomberos. "En cualquier caso habría que dejar claro que el uso del estadio sería siempre una instalación deportiva y nunca podría tener lugar una especulación urbanística sobre esos terrenos".

Gregorio García apela al diálogo y a la colaboración entre el Concello y el Celta para buscar las mejores fórmulas que permitan al club vigués obtener un patrimonio estable y una seguridad financiera a la vez que se protejan los intereses patrimoniales y económicos del Ayuntamiento.