Vigo llora la muerte de su emblemático oso Carmo, el último del zoo vigués

Los presagios más negativos se confirmaron. Vigo llora la muerte de Carmo, el último oso del antiguo zoo vigués. El Concello ha confirmado la trágica noticia en la tarde de este viernes 26 de septiembre. "La concellería de Medio Ambiente quiere mostrar su pesar por la muerte de Carmo, que falleció al serle practicada una eutanasia humanitaria en el Hospital Veterinario Universitario Rof Codina de Lugo", señalan desde el gobierno municipal en la nota remitida a los medios.

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El estado de salud del oso Carmo era preocupante ya el pasado 12 de septiembre, fecha en la que el Concello informó que eran necesarias más pruebas diagnósticas para obtener un resultado definitivo. La Concellería de Medio Ambiente señalaba que el animal había mostrado un "empeoramiento notable" en su estado de salud, con pérdida de apetito, apatía y debilidad. Con la finalidad de garantizar el mejor diagnóstico y tratamiento posible, se optó por el traslado al centro veterinario para realizarle pruebas avanzadas como un TAC y evaluaciones complementarias.

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El informe realizado por el veterinario de VigoNature confirma que Carmo padecía diferentes lesiones, "un turno hepático con metástasis peritoneales líquido en el peritoneo, líquido en la cavidad torácica, gases en las vías biliares, gases libres en el abdomen y una peritonitis generalizada". El informe asegura también que "el cuadro clínico que presenta era de extrema gravedad, sin posibilidad de tratamiento en un animal de sus características". Ante este "pronóstico muy grave o mortal en cuestión de días o semanas", decidieron practicarle la denominada como eutanasia humanitaria para evitar un sufrimiento innecesario.

Carmo llegó a Vigo en 2006. Desde entonces, se convirtió en uno de los grandes protagonistas de la anterior era del zoo de la ciudad. Fue embajador de su especie y acompañó a miles de visitantes, especialmente niños y familias, que descubrieron con él la importancia de conocer, respetar y proteger la naturaleza. A lo largo de su vida, pese a encontrarse en un recinto centrado como un zoo, Carmo fue cuidado con "dedicación y cariño" por un equipo de profesionales que velaron por su bienestar a diario. El Concello de Vigo aprovecha el comunicado para reconocer "la labor incansable" tanto de los veterinarios como de los cuidadores que estuvieron con el oso de 21 años durante su estancia en Vigozoo.