El sur de Pontevedra estrenará un nuevo mirador desde el que contemplar la vida salvaje

El sur de la provincia de Pontevedra pronto contará con un nuevo enclave de referencia para los amantes de la naturaleza. En una ubérrima zona que destaca por su vida salvaje, los gallegos, gallegas y visitantes podrán encontrar un nuevo mirador desde el que contemplar la biodiversidad de O Baixo Miño.

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Galicia Sudoeste publicará esta misma semana la licitación para su instalación, que permitirá la práctica de observación tanto de flora como de fauna en las cercanías de A Canosa, en San Miguel de Tabagón, en O Rosal.

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El Concello ha procedido a la aprobación del proyecto, y cuenta ya con las autorizaciones sectoriales necesarias para iniciar la instalación. Está previsto que esta nueva equipación quede inaugurada este mismo semestre. El mirador estará ubicado en el tramo transfronterizo del río Miño, uno de los territorios de mayor interés a nivel europeo en cuanto a diversidad de hábitats.

La riqueza de esta zona incluye ecosistemas fluviales, de estuario, litorales y de lagunas. Esta alta diversidad es reconocida a través de la inclusión en la Red Natura 2000, y hace que este espacio de frontera cuente con el mayor porcentaje de áreas clasificadas como protegidas de la península Ibérica, y sea una de las mayores de Europa.

Este curioso entorno ya cuenta con la declaración de Zona de Especial Conservación (ZEC), al albergar tipos de hábitats naturales y especies de flora y fauna de espacial valor a escala de la Unión Europea. El mirador se localizará, concretamente, en la ZEC de O Baixo Miño (margen gallego), que junto a la ZEC Río Minho (margen portugués) forman una misma unidad de hasta 7.400 hectáreas. Este territorio alberga 30 hábitats de Interés Comunitario que acogen múltiples especies, siendo denominados sus hábitats Lugares de Importancia Comunitaria (LIC).

Aves, peces, insectos, mamíferos, reptiles y anfibios

Esto se traduce en una amplia vida salvaje. Alrededor este mirador natural, los usuarios y usuarias entrarán en un espacio en el que se encuentran hasta 74 especies de aves, 7 de peces, 6 de insectos, 5 de mamíferos, 3 de reptiles y 2 de anfibios.

También cuenta con la declaración de Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), siendo denominada en el margen gallego como "Esteiro do Miño gallego" y en la margen portuguesa como "Estuario del Minho e Coura", constituyendo entre las dos márgenes una unidad que alcanza las 5.080 hectáreas que acogen a más de 60 especies. Además, muchas de estos animales son migratorios y, especialmente en invierno, pueden formar grandes concentraciones de varios millares de limícolas, anátidos y garzas.

El mirador consistirá en una edificación de madera tratada para exteriores con autoclave y certificaciones. Para su instalación no se verán afectadas especies vegetales para no causar impacto ambiental en el entorno, y dispondrá de paneles interpretativos en el interior así como normas de uso para las personas usuarias.

Para alcanzar la accesibilidad universal, incorporará con una rampa con una pendiente inferior al 8%, entrada de ancho suficiente para que personas dotadas con elementos que faciliten su movilidad podan acceder, así como espacio interior adecuado para poder practicar la observación, compuesto por doble ventana a dos alturas.

Un proyecto más ambicioso

Esta equipación forma parte de un proyecto más ambicioso que ya ha iniciado Galicia Sudoeste, consistente en la creación de un nuevo producto turístico de observación de flora y fauna del entorno. Para su desarrollo, la entidad recibió a finales del mes de febrero un estudio detallado de hábitats existentes en los 14 concellos que forman parte de esta agrupación, que contempla además un inventario de recursos para la observación, así como una auditorías de las equipaciones construidas en los diferentes concellos.

El estudio identifica también espacios idóneos para la observación, en los que no es necesario contar con una edificación, denominados puntos de observación, así como una propuesta de circuito de observación y señalización del producto, utilizando las nuevas tecnologías.

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Con todo ello, Galicia Sudoeste busca incentivar un turismo sostenible en la zona que no dependa tanto de la estacionalidad y que fomente la divulgación, el amor por la naturaleza y la puesta en valor del entorno.